EL SEÑOR JESUCRISTO SERÍA REPUDIADO POR SU FORMA DE PREDICAR, POR MUCHOS DE LOS PREDICADORES DE LOS DOS ÚLTIMOS SIGLOS
Les diré algo que los va a sorprender, y es que
la inmensa mayoría de los predicadores de los dos últimos siglos repudiarían la
forma de predicar del Señor Jesucristo… Sí, la repudiarían y les voy a mostrar
un ejemplo.
En Juan capítulo 6 vemos a una multitud que se pone insolente con El Señor, porque Él se niega a volver a alimentarlos como ya lo había hecho:
Jn 6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? Jn 6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
Notemos la insolencia ¿Qué señal haces tú?
Veamos la respuesta del Señor, una respuesta que muy pocos predicadores darían.
Jn 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Jn 6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Jn 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Jn 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Jn 6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
En el versículo 37, les habla de la elección y les dice que aquellos que le han sido dados por El Padre vendrán a Él.
Notemos también que Jesús no está diciéndole a la multitud que todos vendrán, sino que sólo lo harán aquellos que el Padre le ha dado. Pero además Jesús les está diciendo que la causa de que ellos vengan no tiene que ver con ellos, sino con que El Padre se los ha entregado, por eso les dice “todo lo que El Padre me da vendrá a mí”.
Muchos tendrían que reconocer que están haciendo algo que Jesús no hizo, porque le están diciendo a los oyentes que ellos pueden ser salvos por una decisión que ellos tomen, es decir, les están insinuando que aquí la cuestión pasa por ellos, la causa de sus salvación está no en la gracia soberana de Dios sino en una decisión que ellos tomen, es decir, están negando la total depravación humana y están haciendo algo que Jesús no hizo.
Si seguimos leyendo vemos que al mismo tiempo que la multitud se torna más insolente, por otro lado también El Señor endurece su mensaje… bueno parece que al Señor Jesús no lo desvelaba el no poder exhibir números de personas que se habían decidido por Él en cada cruzada.
Jn 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste del cielo he descendido?
Notemos que los que dicen esto son los mismos que un día antes le querían hacer rey. Ante esta escalada de insolencia El Señor les dice: Jn 6:43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Jn 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
El Señor Jesús les dice, que sólo vendrán aquellos que El Padre arrastre con fuerza compulsiva, (pues eso es lo que significa en griego la palabra que se traduce como trajere) aquí vuelve a decirles que si no vienen a Él es porque sencillamente están incapacitados para hacerlo, y que solo vendrán aquellos que El Padre arrastre con fuerza compulsiva.
Es decir, Jesús les vuelve a recordar que el venir a Él no es algo que tenga que ver con ellos, sino que es algo que tiene que ver con la misericordia de Dios, es algo que tiene que ver con la gracia soberana del Padre, que El Padre ha otorgado a quien Él ha querido, y en cuanto a esto último, el mismo tipo de mensaje aparece en Mateo 11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Este tipo de mensaje, ésta forma de predicar, humilla al hombre hasta el polvo porque lo despoja de todo mérito y eso es precisamente lo que hizo Jesús, les dice que todos están incapacitados para venir, y además les dice que aquellos que vengan, vendrán no por algo que tenga que ver con ellos, sino porque El Padre así lo ha querido “todo lo que El Padre me da vendrá a mi”
En cambio, la forma de presentar el evangelio de la inmensa mayoría de los predicadores, lejos de humillar hasta el polvo a quienes oyen el mensaje, les hacen creer que todo se origina no en la gracia inmerecida que Dios da a quien Él quiere, sino de una salvación que depende del que la quiera aceptar, esta forma de evangelizar es lo que ha llenado las iglesias y los púlpitos de gente no regenerada.
Conclusión: simplemente presentemos las buenas
nuevas de salvación, teniendo en perspectiva que los que El Padre le ha dado a
su Hijo en la eternidad vendrán a Él, y a los tales, Él no los echara fuera.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
Duro el tema pero es la cruda realidad, hablar asi me esta costando amistades y pulpitos , pero esto es la cruda verdad del evangelio, no me merezco nada , que no sea la muerte, Cristo vive,Amen.
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