Pregunta: ¿Qué enseña la doctrina de la total
depravación humana?
Respuesta: enseña
que a causa de la caída el hombre ha quedado incapacitado para entender las
cosas espirituales, su voluntad, su intelecto y su parte afectiva, todo ha sido
afectado por el pecado original; y a ésta incapacidad adquirida por el pecado
se le suma otra incapacidad que le es impuesta por el diablo, quien ciega el
entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca el Evangelio de
Cristo.
Pregunta: ¿Tiene sustento bíblico esta doctrina?
Respuesta: dejemos
que la Biblia nos conteste, porque en definitiva es lo que realmente importa.
La Total depravación enseña que el hombre por si
solo está incapacitado para buscar a Dios.
Rom 3:11 No
hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Rom 3:12 Todos se
desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay
ni siquiera uno.
La total depravación enseña, que el intelecto del
hombre fue afectado por la caída:
Co 2:14 Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
La total depravación enseña que la voluntad del hombre
fue afectada por la caída:
Rom 8:7 Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.
Jn 6:44
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y
yo le resucitaré en el día postrero.
Gen 6:5 Y vio
Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal.
La total depravación enseña, que el hombre a causa de
la caída se ha convertido en un cadáver moral, y a menos que
Dios en virtud de su gracia soberana lo resucite espiritualmente mediante la
regeneración, en su condición de muerto espiritual no puede reaccionar, porque
así como un muerto está desconectado del mundo físico, de la misma manera un muerto
espiritual lo está de las cosas espirituales.
Efesios
2:1
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados, (aquí para muerto se utiliza la palabra NECROS que en griego significa
cadáver).
La total depravación enseña, que el hombre esta cegado
e incapacitado por satanás, condición que agrava aún más su incapacidad
natural producto de la caída.
2Co 4:3 Pero
si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está
encubierto; 2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
1ª de Juan
5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
Hasta aquí hemos probado que la doctrina de la total
depravación, es una doctrina fundamentada en la Biblia.
Pero ahora vamos a
probar otra doctrina que está asociada a la doctrina de la total depravación,
me refiero a la doctrina del llamamiento eficaz del que son objeto los
elegidos, y esta doctrina se deriva de la verdad anteriormente probada.
Puesto que el
hombre es un cadáver moral, cegado por satanás, a menos que Dios en virtud de
la elección lo atraiga eficazmente, nadie absolutamente nadie podría venir a
los pies de Cristo a pedir salvación.
Juan 6:44
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y
yo le resucitaré en el día postrero.
La palabra trajere,
en el texto griego original significa arrastrar con fuerza compulsiva, y este
término aparece dos veces más en el Nuevo Testamento, aparece en el libro de
los Hechos cuando dice que Pablo y Silas fueron arrastrados a los tribunales, y
aparece en Santiago cap. 2: 6.
Pero analicemos
este versículo en profundidad, Jesús está presentando ambas doctrinas, la de la
total depravación humana, y la del llamamiento eficaz, Él dice ninguno; y en
esta declaración está implícita la verdad de que el libre albedrío no existe.
Jesucristo lo negó enfáticamente.” Ninguno puede venir a mí, si mi Padre no le
arrastrare con fuerza compulsiva”
La doctrina del llamamiento eficaz, si es una doctrina
bíblica, al igual que lo es la doctrina de la total depravación humana.
El hombre que es
objeto de este llamamiento eficaz, no solo tiene que recibir el mensaje de
salvación, sino que además es el hombre el que cree, y precisamente mediante el
llamamiento eficaz, las facultades del alma que hacen que semejante cosa sea
posible, son restauradas mediante la regeneración. Es como si por un acto
creativo de Dios, se nos implantara ojos para ver y oídos para oír.
Y esta afirmación
se fundamenta en principios bíblicos:
Para que podamos
recibir este regalo maravilloso, Dios nos da vista espiritual:
Juan 3:3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Pregunta: ¿Cómo puedes recibir aquello que no tienes
la capacidad de ver?
Precisamente; también
para poder recibir este regalo maravilloso, Dios tuvo que implantarnos oídos
espirituales, porque de otra manera ¿Cómo hubiéramos podido oír la oferta que
se nos estaba haciendo?
Hechos 16:14
Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de
Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de
ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
Lidia tuvo que
recibir el regalo que Dios le estaba ofreciendo a través del mensaje del
evangelio predicado por Pablo, pero para que eso fuera posible, primero Dios
tuvo que hacer algo, implantarle oídos para que pudiera oír.
Conclusión: Cuando
afirmamos que el hombre no tiene libre albedrío, no estamos negando el que es
el hombre el que lo tiene que recibir, y el que además tiene que creer. Lo que
estamos afirmando es que, a menos que Dios haga algo primero, el hombre en su
estado caído y esclavizado por satanás no puede por si solo hacer
absolutamente nada.
El hombre podrá
decidir entre tal o cual alimento, o su vestimenta, o de qué color pintar su
habitación e indudablemente tiene la capacidad innata de decidir un sinnúmero
de cuestiones, pero en lo único que no podrá tomar una decisión correcta es en
cuanto a venir o no venir a Cristo, pues el mismo Señor lo declaró: “ninguno
puede venir a mi si mi Padre no le trajere”
Pasajes que se presentan como argumento para negar la
total depravación humana:
El caso de Cornelio.
Hechos 10:
1-6 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía
llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que
hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Este vio claramente en
una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde
él estaba, y le decía: Cornelio. El, mirándole fijamente, y
atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones
y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Envía, pues, ahora
hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este
posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al
mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.
El caso de
Cornelio es bien interesante, porque para nada presenta un problema o una
contradicción para la doctrina de la total depravación. Siempre y cuando se
considere este y otros casos a la luz de otra verdad bíblica, como lo es, la
doctrina de la elección y la predestinación.
Salmo 65:4
Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus
atrios; Seremos saciados del bien de tu casa.
Es decir, Cornelio fue elegido y atraído hacia Dios
para anhelar la salvación
Según el
arminianismo que niega la total depravación humana, Dios se reveló a Cornelio
al ver la disposición de su corazón y su actitud de búsqueda. Créanme que a mí
personalmente me gustaría creer eso, y no sólo a mí, sino a gran parte de la
cristiandad. Pero esto no es lo que enseña la Biblia. Veamos.
2Ti 1:9 quien
nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de
los tiempos de los siglos.
Según este
importante pasaje, si Dios se revelo a Cornelio, no fue por ninguna obra
meritoria, o en otras palabras no fue por sus oraciones o su búsqueda de la
verdad, sino según el propósito soberano de Dios, puesto que este hombre era un
elegido. Y su actitud fue efecto, y no causa.
El que la elección y predestinación sean conforme
al propósito soberano de Dios y no acorde a obras o méritos humano alguno. Es
algo claramente revelado en la escritura:
Rom 9:11
(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el
propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras
sino por el que llama), Rom 9:12 se le dijo: El mayor servirá al
menor. Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú
aborrecí. Rom 9:14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en
Dios? En ninguna manera. Rom 9:15 Pues a Moisés dice: Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo
me compadezca. Rom 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del
que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
El tener en cuenta
tanto la doctrina de la total depravación, como así también, la doctrina de la
elección eterna, conforme al propósito soberano de Dios; son de capital
importancia, en la empresa de llevar a cabo la gran comisión.
Y todos los grandes
misioneros del pasado como Hudzon Teylord, George Paton, David Livingstone,
Daniel Carey, y muchos otros eran todos fervientes defensores de estas
doctrinas, es decir, eran todos defensores de las doctrinas sistematizadas en
la reforma protestante.
Pasajes de Deuteronomio que se presentan como prueba
de que el hombre tiene libre albedrio.
Deuteronomio 11:26
He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
¿Es esto una prueba escritural de
que el hombre puede venir a Cristo?
Pregunto ¿El hecho
de que Dios demandara en el antiguo pacto cumplir la ley significaba eso que el
hombre tuviera capacidad para cumplirla? Es obvio que no, porque Pablo mismo
dice que aquel era un ministerio de muerte, de condenación porque no confería
poder alguno para poder cumplir la ley escrita en tablas de piedra, pero aun así
Dios bajo el antiguo demandaba cumplir la ley, además vemos que cuando se
promulgó aquel pacto al pie del monte Sinaí, Dios les declara: ¡Si guardareis
mi ley seréis mi especial tesoro! Y esto aún en un contexto de ruina moral y
total incapacidad para alcanzar lo que se estaba ofreciendo. Tengamos en cuenta
que en los salmos está escrito: “no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno”; y es el pasaje que Pablo cita en Romanos 3:11. Para la mente racionalista
esto sería una acto de hipocresía, pero para la sabiduría infinita de Dios una
etapa del plan redentor que Dios se había propuesto desde antes de la fundación
del mundo.
Esto sienta el
precedente que la incapacidad no anula la responsabilidad.
Habiendo fundamentado bíblicamente que la
incapacidad no anula la responsabilidad, podemos comprender pasajes que
parecieran enseñar que la gracia sí se puede resistir.
Hechos 7:51 Duros de
cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al
Espíritu Santo: como vuestros padres, así también vosotros.
Tengamos en cuenta
que aquí Esteban les está recordando gran parte de la historia del pueblo de
Israel bajo el antiguo pacto, aquel pacto que precisamente no confería la
capacidad para cumplir aquello que estaba escrito en tablas de piedra ¿Será que
Esteban le estaba diciendo que sí tenían poder para cumplir lo que la ley
demandaba? ¡No y absolutamente no!, lo que aquí Esteban está proclamando es que
la incapacidad no anulo en el pasado y no anulará jamás la responsabilidad
de quienes son moralmente responsables de no querer venir a la luz para
que sus malas obras sean reprendidas, y ésta será precisamente la causa de condenación,
esto es lo que dejará sin excusa a todos aquellos que habiéndoseles
provisto la posibilidad mediante la propiciación ilimitada de Cristo ellos
rehusaron venir.
Dios los bendiga.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
Excelente Hermano querido. mi mayor deseo de ánimo en tu noble empresa de defender la verdad de nuestro Evangelio, digo nuestro con celo porque es un regalo precioso de CRISTO.
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