1Samuel 1:5
Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener
hijos.
1Samuel 1:6 Y
su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había
concedido tener hijos.
Con
toda certeza puedo imaginarme lo que muchos profetas y apóstoles modernos
dirían ante una situación como la de Ana. Algunos le dirían que su esterilidad
es a causa de una maldición generacional y que la solución sería buscar algún ungido que quiebre esa
maldición.
Tal
vez algún apóstol sugeriría que Ana debería asistir a un “encuentro” y ser
sometida a una regresión, y no serian pocos los que sugerirían que el problema
de Ana está en sus pensamientos negativos y que lo único que puede cambiar
esta situación es visualizarse embarazada, decretarlo y confesarlo.
Toda
esta multitud de gente confundida y viciada de conceptos antibiblicos, no
habrían hecho otra cosa que confundir y debilitar el ánimo de esta noble mujer.
Así como también hoy en día confunden y debilitan el ánimo de muchos cristianos
cuyos pastores se han apartado de la sana doctrina y la han reemplazado por
doctrinas de demonios. Han cambiado las riquezas de la Gracia Divina por
viandas infectadas de botulismo espiritual, como por ejemplo, introducir la
psicología en la iglesia y someter a los cristianos a prácticas que los mismos
psicólogos las consideran peligrosas e inadecuadas como las regresiones.
Pastores que inducen a las almas a estas prácticas abominables tendrán un día
que dar cuenta a Dios por eso.
Están
también los que han reemplazado las grandes verdades de Dios que edifican y
fortalecen al pueblo de Dios, por prácticas como la visualización creativa. Hoy
en día es muy común escuchar a predicadores decretar, se imaginan a Ana diciendo: “yo decreto que no seré más
estéril” ¿Se imaginan a una vasija de barro emitiendo un decreto en presencia
del alfarero que la esta moldeando?
¡Suena ridículo ¿no?! pero tal es el caso de alguien decretando en el nombre
de Jesús.
Pero
volviendo a este edificante relato, vemos que Ana era estéril “PORQUE JEHOVA NO
LE HABÍA CONCEDIDO TENER HIJOS “, la causa real estaba en Dios y su propósito
de bendecir a esta mujer aún más allá de lo que ella pudiera jamas haber imaginado.
Y
lo que esta noble mujer hizo fue arrojarse en los brazos del Dios Soberano y
Omnipotente, y esto lo llevó a la práctica, derramando su alma en oración
delante de Jehová. Y la escritura dice que esta mujer no sólo fue la madre del
Profeta Samuel, sino que además Dios le dio cinco hijos más.
Pasajes
como estos enseñan con toda claridad que Dios puede utilizar una necesidad, de
cualquier índole, para llevarnos a derramar el alma en oración delante de Él y de esta manera llevarnos a
una relación más profunda con Él.
Y
lo que hizo Ana es lo que todo verdadero hijo de Dios debe hacer ante una
necesidad de cualquier índole o ante una situación que no sabemos cómo
afrontar, descansar simplemente en la soberanía de Dios y tal como lo dice la
palabra “creer que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan para
bien”. Y al igual que Ana la forma práctica de demostrar que estoy confiando en
sus propósitos soberanos y que todo coopera para nuestro bien, es entregarnos
mas que nunca a la oración.
Uno
de los argumentos que los falsos maestros presentan en contra de la Soberanía
de Dios, “es que si creemos en que Dios tiene un plan que incluye cada área de
nuestras vidas, entonces ¿para qué orar?, si total todo ya esta trazado de
antemano, ¿qué sentido tiene orar? Indudablemente que esto es una falacia que
sólo gente no regenerada puede aceptar. Porque todo aquel que es templo del
Espíritu Santo, el mismo Espíritu le da testimonio de que los propósitos de
Dios fluyen a través de la oración. Y en cuanto a esto en el nuevo testamento
hay un pasaje que específicamente trata de la relación que existe entre la Soberanía Divina y la oración, veamos:
1Jn 5:14 Y
esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye.
1Jn 5:15 Y si
sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho.
La
enseñanza aquí es que todo lo que pidamos que esté conforme al propósito que
Dios tiene para cada redimido, Dios oirá esa oración que está en sintonía con
sus planes, y además nos promete que en tal caso tenemos las peticiones que le
hayamos hecho ¿no es esto maravilloso? Claro que esto resulta repugnante a los
falsos maestros que promueven la confesión positiva. Porque esta preciosa verdad les recuerdan a estos falsos maestros que el control no lo tienen
ellos, sino El Soberano del Universo, les recuerda que no son dioses como ellos
dicen ser, sino frágiles vasijas de barro.
Isa 46:9
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy
Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,
Isa 46:10 que
anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no
era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
Isa 46:11 que
llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo
hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.
Es
hora de sacudirse el polvo y limpiarse de toda esta inmunda levadura de falsas
doctrinas que infectan la iglesia del Dios Vivo y regresar a las riquezas de la
gracia Divina, que tan amorosamente Dios nos ha dejado en su palabra.
Y por último es muy revelador
meditar en el cántico de Ana, que expresa la bendita seguridad que emana de un
corazón que se ha determinado a arrojarse en los brazos del Dios Soberano y
Omnipotente.
1Sa 2:1 Y Ana oró y dijo:
Mi corazón se regocija en Jehová,
Mi poder se exalta en Jehová;
Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos,
Por cuanto me alegré en tu salvación.
1Sa 2:2 No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.
1Sa 2:3 No multipliquéis palabras de grandeza y
altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pesar las acciones.
1Sa 2:4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
1Sa 2:5 Los saciados se alquilaron por pan,
Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Hasta la estéril ha dado a luz siete,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
1Sa 2:6 Jehová mata,
y él da vida;
El hace descender al Seol, y hace subir.
1Sa 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y
enaltece.
1Sa 2:8 El levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso,
Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un
sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
1Sa 2:9 El guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
1Sa 2:10 Delante de Jehová serán quebrantados sus
adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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