Daniel capítulo 4:1-3
1 Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en
toda la tierra: Paz os sea multiplicada. 2 Conviene que yo declare las señales
y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. 3 ¡Cuán grandes son sus
señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su
señorío de generación en generación
En cierta oportunidad, leyendo nuevamente el libro de Daniel, me
encontré con esta joya de la revelación bíblica, me refiero a la conversión del
Rey Nabuconodosor. Conversión cuya única causa eficiente fue la gracia soberana
de Dios que atrae eficazmente a todos aquellos que han sido escogidos para
salvación (Salmo 65:4).
El capítulo 4 comienza con un mensaje dirigido a todos los pueblos,
naciones y lenguas de toda la tierra, en donde se hace un llamado a reconocer y
volverse al Dios vivo y verdadero. Aquel que antes de su conversión se
caracterizaba por su crueldad y arrogancia, ahora se dirige a todo el mundo,
con palabras propias de alguien lleno de gracia, piedad y unción de lo alto
¡paz os sea multiplicada! Nabuconodosor relata su testimonio de cómo fue
humillado y llevado a reconocer la grandeza y la soberanía de Dios concluyendo
con palabras tales como:
Daniel 4:34-37
34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi
razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive
para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según
su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no
hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 36 En el mismo tiempo mi
razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza
volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. 37 Ahora yo
Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus
obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan
con soberbia.
Podemos imaginarnos a Nabuconodosr dirigiéndose al profeta Daniel,
diciéndole: “hermano quiero pedirte un gran favor, voy a dirigir un mensaje a
todos mis príncipes y súbditos de Babilonia y a todos los pueblos de la tierra,
y quiero que tú, hermano, seas mi biógrafo, necesito que registres este mensaje”.
Y claro está, que más allá de que haya o no haya existido este dialogo, fue
parte del propósito de Dios incluir este poderoso mensaje de Naboconodosor como
parte de la palabra inspirada de Dios.
No tenemos registros de que tal mensaje haya impactado a los príncipes
de Babilonia o a pueblos cercanos, y de hecho luego de la partida de este rey
transformado en portentoso predicador, todos los príncipes de Babilonia se
prestaron a participar de la blasfemia contra Dios organizada por Belsasar hijo
de Nabuconodosor, quien organizó una fiesta en donde se profanaron los
utensilios del Templo. Es decir, no tenemos registros de ningún avivamiento o
conversiones masivas, sino, que lo que la palabra inspirada resalta, es aquella
verdad dada por Dios a Moisés y mencionada por el apóstol Pablo en Romanos capítulo
9:15-23
Mas a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me
compadeceré del que me compadeceré. Así que no es del que quiere, ni del que
corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice de Faraón:
Que para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi potencia, y que mi
nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que del que quiere tiene
misericordia; y al que quiere, endurece. Me dirás pues: ¿Por qué, pues, se
enoja? porque ¿quién resistirá a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres
tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que le labró: ¿Por
qué me has hecho tal? ¿O no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma
masa un vaso para honra, y otro para vergüenza? ¿Y qué, si Dios, queriendo
mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los
vasos de ira preparados para muerte, y para hacer notorias las riquezas de su
gloria, mostrólas para con los vasos de misericordia que él ha preparado para
gloria?
ESTE PODEROSO TESTIMONIO DE LA GRACIA SOBERANA DE DIOS, ES UNA VERDAD
QUE INCOMODA AL SEMIPELAGIANISMO QUE EMBARGA A GRAN PARTE DEL EVANGELICALISMO,
PORQUE EN LA CONVERSIÓN DE NABUCONODOSOR, EL ÚNICO QUE RECIBE TODA LA GLORIA ES
DIOS Y SOLAMENTE DIOS. Y PRECISAMENTE SOLO LA GLORIA DE DIOS, FORMA PARTE DE LA
CINCO SOLAS QUE SINTETIZAN LAS GRANDES VERDADES DEL CUEPO DE VERDAD REFERENTE A
LA GRACIA.
SOLO LA GLORIA DE DIOS, GLORIA QUE ES REEMPLAZADA POR LA GLORIA DE
HOMBRES, QUE DURANTE LOS ULTIMOS DOS SIGLOS, LES HAN HECHO CREER A MUCHOS DE
QUE LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS DEPENDE DE LOS AYUNOS O LA “GRAN CARGA” QUE ESTOS
INDIVIDUOS DICEN TENER POR LAS ALMAS. PERO LA VERDAD ES QUE LA SALVACIÓN
DEPENDE ENTERAMENTE DE LOS PROPÓSITOS SOBERANOS DE DIOS. Y A NOSOTROS LO ÚNICO
QUE NOS TOCA ES SOLAMENTE PREDICAR EL MENSAJE.
Rom.11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él
sea la gloria por los siglos. Amén.
Soli Deo Gloria.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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