Para la
correcta interpretación de Hebreos capítulo 10, no se puede dejar de lado la
conclusión final de dicho capítulo que precisamente está en el último versículo,
es decir, Hebreos 10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para
perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Está muy
claro que aquí el escritor de Hebreos asume que está dirigiéndose a una
membrecía mixta formada por meros profesantes y creyentes verdaderos,
justificados en forma irrevocable, regenerados, sellados por El Espíritu Santo,
y sostenidos por la intercesión del Señor Jesucristo, y es a los que pertenecen
a este último grupo a quienes les asegura en forma enfática PERO NOSOTROS NO
SOMOS DE LOS QUE RETROCEDEN PARA PERDICIÓN, SINO DE LOS QUE TIENEN FE PARA
PRESERVACIÓN DEL ALMA.
¿Cuál es la
causa eficiente, o la causa real de que los aludidos en Hebreos 10:39 no
retrocedan sino que tengan fe para preservación del alma? La respuesta a esta
pregunta está respondida en 1 de Pedro 1:5 Que sois guardados por el poder de
Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero.
Es decir,
los que tienen fe para no retroceder; tienen esa fe porque el poder de Dios lo
hace posible, y si es el poder de Dios quien sostiene esa fe entonces esa fe no
puede perderse jamás, pues afirmar tal cosa sería una deshonra a la
omnipotencia de Dios y a la persona de Jesucristo, que es quien intercede para
que dicha fe no falte. Recordemos que quien bajo inspiración escribió esta
carta es el mismo que escuchó aquellas palabras que se registran en el
evangelio de Lucas, donde El Señor le adelantó a Pedro que lo negaría, al mismo
tiempo que le aseguró que rogaría por él para que su fe no falte.
Lucas 22:31-34 (RVR1960)
31 Dijo también el Señor:
Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32
pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a
tus hermanos.
Conclusión: La causa
eficiente de la fe que lleva a avanzar y a no retroceder a los verdaderos
creyentes, es la intercesión del Señor Jesucristo, doctrina de la cual poco o
nada se habla.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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