EXPLICACIÓN DE UN TEXTO QUE SE SUELE SACAR DE CONTEXTO COMO PRETEXTO PARA JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE
1 Corintios 9:20-22 (RVR1960)
20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que
están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la
ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 21 a los que están sin ley,
como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley
de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 22 Me he hecho débil a los
débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de
todos modos salve a algunos.
Este es uno de los tantos versículos, que se suelen sacar de
contexto para justificar lo injustificable. Concretamente me refiero a que algunos
interpretan que AL ESTAR ESCRITO ME HE HECHO COMO JUDÍO PARA GANAR A LOS
JUDÍOS, eso sería equivalente a decir: me hecho dominionista, o me asocio con
los dominionistas para ganar a los dominionistas, o me he asociado con los
ecuménicos para así hacer avanzar el reino. Otros toman este pasaje para
justificar actividades mundanas dentro de la iglesia, como luces de colores,
bailes, desfiles de moda, o traer artistas mundanos a la iglesia con el mismo
rollo de que eso es para hacer avanzar el reino, y todo ese paganismo TOMANDO
COMO FUNDAMENTO LAS PALABRAS DE PABLO; ME HE HECHO COMO JUDÍO PARA GANAR A LOS
JUDÍOS.
¿Pero a que se refería el apóstol Pablo exactamente? La
respuesta es que según el contexto, el significado es que en esa época en donde
había judíos que había que evangelizar, los cuales estaban muy apegados a las
prohibiciones de alimentos que tenían que ver con el Antiguo Pacto de la Ley,
Pablo en esos casos al presentar el evangelio no atacaba esas creencias fuera
de dispensación, porque el comenzar atacando, eso los hubiera confundido. Por
eso en el versículo 22 dice ME HE HECHO DÉBIL A LOS DÉBILES, porque
precisamente había débiles en la fe que habían nacido y estado por años bajo la
vigencia del Antiguo Pacto. Pero si escudriñamos las Escrituras vemos
claramente que una vez presentado el evangelio el mismo apóstol dejaba estos
aspectos muy en claro en cuanto a que todas esas cosas pertenecían a la antigua
dispensación de la ley y que ahora estábamos bajo la Gracia.
¿Ahora será que esta actitud de Pablo que fue necesaria en medio
de ese contexto histórico, está invalidando la doctrina bíblica de la
separación? La respuesta es que de ninguna manera, pues fue el mismo apóstol
Pablo quien bajo inspiración nos dejó el siguiente mandato:
2 Corintios 6:14-18 No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O
qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de
Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios
dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por
lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo
inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis
hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Conclusión: Tenemos que cultivar el mismo espíritu que
tenían los de Berea, y estar muy atentos a las artimañas del error que se
aplican al amparo del desconocimiento bíblico de muchos verdaderos cristianos.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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