Hoy más que nunca debemos tener presente esta sentencia que bajo inspiración Divina, el apóstol Pablo pronunció en referencia a las falsas doctrinas que amenazaban a los Gálatas. Lo que me ha impulsado a compartir esta palabra, es un vídeo que vi días pasados, un vídeo que en Argentina ha tenido amplia difusión; me refiero a cierto “pastor” africano que dice haber estado en el cielo y en el infierno. En su relato, él cuenta que a raíz de un accidente automovilístico estuvo muerto, y que fue llevado al cielo y al infierno, y que estando en el infierno, “un ángel” le dijo que esa era su parte por no haber perdonado a su esposa que había reñido con él. Este “pastor” está tan cegado que no es consciente de la gravedad de sus acciones, él está predicando un falso evangelio de salvación por obras, en esencia, él está diciendo que la salvación no descansa en la obra propiciatoria de Cristo, sino en que un cristiano perdone o deje de perdonar a alguien. Y las implicancias de tal enseñan...