Dentro del esquema ateísta de Sigmund Freud, no existía tal cosa como
pecado y mucho menos la idea de que la maldad que reina en este mundo se haya
originado por la desobediencia del primer hombre hacia su Creador. Entonces, la
verdad revelada en cuanto a que en la rebelión contra Dios está la causa
primaria de todas las perversiones humanas, fue reemplazada por un concepto
formado a partir de un personaje que formó parte de la mitología griega, y ese
personaje fue NARCISO. Personaje que se adoraba tanto a si mismo que pasaba
todo el tiempo contemplando su reflejo en el agua, lo que le llevó a ahogarse
al querer abrazar su propia imagen y es en base a ese mito que Freud construyó
su concepto de "NARCISISMO".
Teniendo todo esto en perspectiva, podemos aseverar que el concepto de
narcisismo concebido por Freud, establece un falso paradigma en donde la
desobediencia a Dios como fuente y origen de toda la problemática humana, es
ignorada y reemplazada por toda una filosofía humanista. Filosofía que además
de negar el origen de toda perversión humana, también niega la gloriosa verdad
de que la disposición al egoísmo más perverso puede ser transformada por la
Gracia Redentora en una disposición a lo santo y a tener como norte a Dios y la
obediencia a su Palabra, algo de lo cual, las Sagradas Escrituras (cuyo origen
divino era negado por Sigmund Freud) sobreabundan en ejemplos. Sagradas
Escrituras que, desde Génesis hasta Apocalipsis, además de revelarnos el origen
del mal en todas sus manifestaciones también nos revelan que su único remedio
es El Mensaje de la Cruz.
En la revelación bíblica encontraremos muchos personajes prominentes
cuyas acciones podrían encuadrarse dentro de lo que Sigmund Freud denominaba
narcisismo. Como por ejemplo el caso de David, que, como producto de su
envanecimiento, se queda en el palacio cuando sus hombres estaban peleando las
batalles del Señor, y mientras eso sucedía, David seduce a la mujer de su mejor
amigo, a quien finalmente no le encuentra otro final que mandarlo a asesinar
para así encubrir el adulterio. Todo lo cual tuvo su origen en algo que La
Biblia llama pecado y tuvo su remedio en algo que se llama Gracia Divina.
Gracia que llevó a David al arrepentimiento para así ser restaurado. Según la
filosofía humanista de Freud, la conclusión final de este cuadro, es que se
trata de un caso de narcisismo para el que hay pocas o nulas posibilidades de
cambio, sino que la única respuesta y/o solución estaría dirigida a la víctima
del abuso narcisista, PERO DE ACUERDO A LA VERDAD REVELADA EN LAS SAGRADAS
ESCRITURAS, EL CASO DE DAVID ES PUESTO COMO EJEMPLO DE LO ENGAÑOSO Y
DESTRUCTIVO QUE PUEDE LLEGAR A SER EL PECADO Y LA DESOBEDIENCIA A DIOS, SITUACIÓN
QUE SOLO PUEDE SER REVERTIDA, MEDIANTE LA GRACIA DE DIOS QUE LLEVA A LOS
ESCOGIDOS AL ARREPENTEMIENTO.
Y en cuanto a las supuestas respuestas que esta filosofía humanista le
daría a la persona, víctima del abuso narcisista, al tratarse de una filosofía
atea, dejaría a la víctima en total oscuridad respecto al más grande abusador
que existe en este universo, me refiero a aquel que vino a robar matar y
destruir y que ha cegado el entendimiento de los incrédulos para que no les
resplandezca la luz del evangelio de Jesucristo, y así poder arrastrarlos a la
condenación eterna.
Conclusión: Indudablemente la maldad que nos rodea produce daño y
profundas heridas en los seres humanos, pero la única respuesta eficaz para
hacer frente a esa problemática, está pura y exclusivamente en Las Sagradas
Escrituras. Solo el poder Del Espíritu Santo puede restaurar las heridas que
ocasiona el egoísmo y es la Palabra de Dios que es la espada Del Espíritu, lo
único que penetra hasta partir el alma del espíritu, para así poder discernir
las intenciones del corazón y traer arrepentimiento del pecado.
Soli Deo Gloria.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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