La siguiente reflexión me surge a causa de que cada vez con más frecuencia se ve a cristianos apelando a la filosofía de este mundo para catalogar ciertos comportamientos, que tienen que ver con la naturaleza caída de todo aquel que no está en Cristo y que por lo tanto está bajo el maligno.
Hoy se lee mucho acerca del narcisismo, pero lo paradójico es que casi
la totalidad de lo que se ha escrito sobre el narcisismo, procede de personas
que no están en Cristo, ES DECIR, ESTAMOS ANTE MUERTOS QUE HABLAN DE OTROS
MUERTOS; ESTAMOS ANTE MUERTOS QUE ELLOS MISMOS POR ESTAR MUERTOS, NO SE
PERCATAN QUE LO QUE HAY EN LO QUE ELLOS LLAMAN NARCISISMO, ESTÁ EN MAYOR O
MENOR GRADO EN TODO SER HUMANO NO REGENERADO.
Romanos 3:10-18 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay
quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13
Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay
debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus
pies se apresuran para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus
caminos; 17 Y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de
sus ojos.
Cuando un cristiano está apelando a la filosofía de muertos que hablan
de otros muertos, para analizar el comportamiento y la conducta humana, lo que
está haciendo es semejante a querer beber de una fuente envenenada, reteniendo
el agua y escupiendo el veneno. Sabemos que tal cosa es absolutamente
imposible. LO QUE LOS MUERTOS QUE HABLAN DE OTROS MUERTOS LLAMAN NARCISISMO, NO
ES OTRA COSA QUE UNA DE LAS TANTAS MANIFESTACIONES DE LA NATURALEZA CAÍDA, Y EL
ÚNICO REMEDIO PARA TAL CONDICIÓN ES SER RESUCITADO ESPIRITUALMENTE MEDIANTE LA
REGENERACIÓN.
Efesios 2; 1-10 1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos
en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra
carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos
en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Creo que la mejor manera de concluir esta reflexión, es citar un pasaje
sobre el que El Espíritu Santo me hizo fijar especial atención cuando comencé
mi preparación ministerial; me refiero a: Colosenses 2:8 Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Solo a Dios sea la Gloria.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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