En este estudio se exponen las graves y nefastas consecuencias de no entender la naturaleza de cada uno de los grandes pactos que Dios ha establecido. Por ejemplo, el no entender la naturaleza incondicional de los Pactos Abrahamico y Davídico, ha llevado a muchos a abrazar ideas tan disparatas como el que Dios ha desechado a Israel y que el Milenio lo está cumpliendo la Iglesia en forma espiritual. El no entender que El Nuevo Pacto de cuyas provisiones se beneficia la Iglesia, es un pacto incondicional, en donde las promesas de dicho pacto solo dependen del poder y de la fidelidad de Dios, ha llevado a que millones de cristianos adhieran a los heréticos postulados del arminianismo semipelagiano. Las declaraciones y creencias anti bíblicas de muchos hombres que llevan décadas en el ministerio pastoral y evangelistero, tienen su raíz en el conocimiento defectuoso de este tema. Y esto tiene nefastas consecuencias tantos para quienes propagan los errores que origina tal desconocimiento, co...