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EXPONIENDO Y REFUTANDO LA VERSIÓN SEMIPELAGIANA DE LA REGENERACIÓN, QUE ES ENSEÑADA EN MUCHOS INSTITUTOS BÍBLICOS Y PREDICADA DESDE MUCHOS PÚLPITOS


Más de un hombre de Dios, se ha referido a La Regeneración como a una doctrina perdida, porque, aunque mucho se habla y se enseña de la regeneración, lo que se enseña no tiene absolutamente nada que ver con lo que se nos revela en las Escrituras acerca de esta obra divina. A lo que nos referimos es que alguien que ha cursado en un instituto bíblico en donde se ocultan Las Doctrinas de la Gracia, aunque a lo largo de tres o cuatro años, centenares de veces haya escuchado mencionar la palabra regeneración, egresa sin entender lo que La Biblia verdaderamente enseña, y esto debido a que quienes enseñan en esos institutos, el semipelagianismo que los embarga les ha llevado a sepultar la verdad reemplazándola por una falsa regeneración, en donde el hombre es el que da el paso inicial. Una falsa regeneración que eventualmente podría tener efectos transitorios, pudiendo llegarse a la condición que alguien que fue regenerado termine siendo un apostata.

La regeneración, ha sido y sigue siendo una verdad extremadamente incómoda para el semipelagianismo y lo sigue siendo para quienes adhieren al falso evangelio de salvos por gracia, pero preservados por obras, sostenido por un gran segmento del evangelicalismo.

La regeneración es una doctrina incómoda para el semipelagianismo, porque cuando se la estudia en profundidad, queda expuesta la verdad de que ser engendrado como nueva criatura; que es exactamente lo mismo que ser regenerado, es una obra enteramente de Dios, es decir, 100 % divina en la cual el hombre no tiene participación alguna.

A continuación, citaremos tres pasajes en los cuales no queda el menor margen de duda que la regeneración es una obra íntegramente Divina.

1) 2 Corintios 5:17-18 (RVR1960)
17 De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.

Este texto dice muy claramente que el ser NUEVAS CRIATURAS ES ALGO QUE PROVIENE TODO DE DIOS. Todo es todo, todo significa que absolutamente todo lo hace Dios.

2) Juan 1:12-13 (RVR1960)
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

En este segundo pasaje la cosa se pone aún más incómoda para el semipelagianismo, porque la declaración del versículo 13, deja muy pero muy en claro, que recibir a Cristo y creer en su nombre NO ES LA CAUSA DE LA SALVACIÓN SINO EL EFECTO DE UNA CAUSA Y ESA CAUSA ES LA PREVIA REGENERACIÓN, ES DECIR, NADIE PUEDE RECIBIR A CRISTO Y CREER EN ÉL, SI PREVIAMENTE NO HA SIDO ENGENDRADO POR DIOS.

Pero la incomodidad se acrecienta cuando de lo anterior se desprende, que si la regeneración es una obra enteramente de Dios, es obvio que Dios no lo hace con todos sino solamente con aquellos que según el puro afecto de su soberana voluntad ha determinado predestinar-llamar eficazmente- justificar y glorificar (Rom. 8:28-30).

3)Efesios 2:1-3 (RVR1960)
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Este último pasaje, que ilustra la regeneración con la resurrección de un muerto, además de reafirmar la doctrina de la Total Depravación, destruye la noción semipelagiana que afirma que el hombre aun retiene su libre albedrío para decidir si acepta o rechaza la oferta de salvación.

La regeneración es también una verdad muy incómoda para quienes sostienen la falsa doctrina que enseña que alguien que ha sido salvado pudiera finalmente apostatar y perderse. Y un solo versículo bastaría para entender, por qué a los enemigos de la verdad se les hace un imperativo sepultar esta doctrina y reemplazarla por una falsificación:

1 Juan 3:9 (RVR1960)
9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Aquí los verbos que se traducen como practica y pecar, en el texto griego están en presente continuo, y lo que se enseña es que quien ha sido regenerado por tener la simiente de Dios, tiene una nueva relación con el pecado, que no le permite pecar impunemente sin experimentar la acuciante necesidad de restablecer la comunión con Dios que el pecado ha interrumpido.

Pero además, esta poderosa declaración bíblica referida a quienes han sido regenerados, pone en evidencia que aquellos predicadores, maestros o pastores, que alegan que enseñar la seguridad de la salvación es un incentivo para la inmoralidad, lo que están haciendo es negar la verdadera doctrina de la regeneración, habiéndola reemplazado como dijimos al principio de este estudio, por una falsificación. Una falsa regeneración que eventualmente podría tener efectos transitorios pudiendo llegarse a la condición de que alguien que fue regenerado termine siendo un apostata. Falsa doctrina que queda pulverizada con la poderosa declaración de 1 de Juan 5:4 en donde afirma que quien ha sido regenerado no puede ser vencido por el mundo.

1 Juan 5:4 (RVR1960)
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.


Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda libertad siempre y cuando se respete el autor.

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