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UNA REFLEXIÓN ACERCA DE LA HUMILLACIÓN DEL REY NABUCODONOSOR, EN RELACIÓN CON ESTOS TIEMPOS FINALES.


Daniel 4:33-37 (RVR1960)
33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.
34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.

Resistir la voluntad de Dios, queriendo impedir sus propósitos para con sus escogidos, le acarreó al rey Nabucodonosor, el ser humillado al punto de perder su razón y tener que arrastrarse como una bestia del campo. Y fue el mismo Nabucodonosor quien tuvo que reconocer QUE NO HAY PODER NI AUTORIDAD EN ESTE MUNDO QUE PUEDA IMPONERSE A LA VOLUNTAD SOBERANA DE DIOS. Y lo que sigue son sus propias palabras que bajo inspiración Divina pasaron a formar parte de la inerrante palabra de Dios en Daniel 4:35 
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?

La voluntad soberana de Dios fue lo que prevaleció, y aunque tanto el profeta Daniel como Sadrac Mesac y Abednego fueron luz en medio de las tinieblas de ese imperio, eso nada tuvo que ver con el resultado del conflicto entre aquel rey soberbio y el Dios Todopoderoso. Es de extrema importancia considerar esto, porque precisamente en el final de los tiempos, una cristiandad apostata, nos quiere vender la mentira, que " ES NECESARIO QUE LOS CRISTIANOS ACTÚEN EN POLÍTICA, PARA ASÍ DETENER EL AVANCE DE LEYES INJUSTAS".

El Señor podría hacer con cada diputado, senador, juez, o jefe de estado, que quiera oponerse a Su Voluntad apoyando leyes injustas, lo mismo que hizo con Nabucodonosor. Y lo podría hacer sin necesidad de tener a su iglesia en esos ámbitos de poder terrenal. ¿Cómo es que algo tan elemental, no pueda ser entendido por tantos referentes del evangelicalismo, que insisten en querer convencer a los cristianos de que es necesario que la iglesia se involucre en la política?????
Pues la respuesta a ese interrogante, la encontramos en Las Sagradas Escrituras, en 1 de Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

La sencilla respuesta es que se trata de hombres naturales, es decir, no regenerados que han sido puestos por el maligno, no solo a "pastorear" iglesias, sino también a ser parte de la cúpula de las distintas denominaciones. Y en cuanto a esto, uno de los más grandes teólogos del siglo XX, Lewis Spérry Chafer, advirtió en su teología bíblica y sistemática; que en el final de los tiempos la iglesia caería en la falsa noción de creer que podría gobernar el mundo cristianamente, y que tal abandono de la voluntad revelada por Dios solo sería posible con una iglesia compuesta casi en su totalidad por gente no regenerada.

Creo que la mejor conclusión para esta reflexión, es recordar, que Dios no nos ha llamado a participar en marchas para impedir que se promulgue tal o cual ley. Él no nos ha llamado a "SALVAR LAS DOS VIDAS", sino a anunciarle a este mundo que:
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:12).

Dios nos dice muy claramente en 1 de Pedro 2:9
Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Esa es la misión que como iglesia nos toca, y debemos cumplirla confiando en que NO HAY AUTORIDAD TERRENAL, NO HAY PODER LEGISLATIVO O JUDICIAL, NO HAY PRESIDENTE NI DICTADOR QUE PUEDA ENTORPECER O IMPEDIR EL CUMPLIMIENTO DE SUS PROPÓSITOS REDENTORES, PARA CON AQUELLOS QUE DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO PREDESTINÓ PARA QUE SEAN ADOPTADOS COMO SUS HIJOS.

Solo a Dios sea la Gloria.



Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda libertad siempre y cuando se respete el autor.

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