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TRES PASAJES CLAVES QUE LLEVAN A LA COMPRENSIÓN QUE LA IGLESIA NO PASARÁ LA GRAN TRIBULACIÓN.



El arrebatamiento pretribulacional, no solo se fundamenta en una serie de versículos, sino en todo un cuerpo de verdad en lo concerniente a la escatología bíblica. Y aunque es una doctrina con sólidos fundamentos bíblicos, es imposible poder ser bendecido con esos fundamentos cuando la mente está atada a una escatología de pocilga como lo es el amilenialismo; que al igual que el Romanismo, cree que el Reino Milenial lo está cumpliendo la iglesia en forma espiritual. Ante algo así no hay absolutamente nada que debatir sino simplemente denunciarlo como una falsa escatología.

No existe un solo versículo que afirma textualmente que Dios es una Trinidad; Un solo Dios en Tres Personas, pero aun así, es una doctrina que está regada por toda la Biblia; en donde al mismo tiempo que se nos revela que Dios es Uno, también se nos revela que existen Tres Personas coiguales en atributos y en dignidad. Todo lo cual lleva a inferir lo que conocemos como Doctrina de la Trinidad. Y en cuanto al arrebatamiento tampoco existe un versículo que exprese textualmente: “la iglesia no pasará la gran tribulación”, pero sí hay declaraciones tanto Del Señor Jesucristo como del apóstol Pablo que nos llevan a inferir que la iglesia no pasará la gran tribulación. Ejemplos:

1) Apocalipsis 3:10 (RVR1960)
10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

Este texto es muy claro respecto a que los verdaderos cristianos serán guardados, NO EN MEDIO DE LA PRUEBA, SINO DE LA HORA DE LA PRUEBA; es decir, del tiempo de la prueba que abarcará la semana setenta de Daniel que aún resta cumplirse. Está claro que el grupo a quien se dirige El Señor Jesucristo, no tiene absolutamente nada que ver con el grupo de Apocalipsis capítulo 13, identificado como “los santos que son vencidos y martirizados por el anticristo”. Pues se trata de dos grupos diferentes con promesas diferentes, uno es la iglesia a la que se le promete ser librada de la hora de la prueba, y el otro son los santos de la tribulación que serán martirizados por el anticristo.

2) Apocalipsis 1:19(RVR1960)
19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.
Este solo versículo representa un formidable bosquejo del libro de Apocalipsis. Bosquejo en el cual el periodo de la iglesia, está expresado como “las cosas que son”. Tiempo al que le sigue otro período expresado como “las (cosas) que han de ser después de estas”, periodo que comienza en el capítulo 4 y en donde se describen todos los acontecimientos apocalípticos; tales como los sellos, las copas de ira, y el reino del anticristo. Todo lo cual tiene lugar en un segmento de tiempo posterior a aquel que está representado en el bosquejo como “las cosas que son”. Y esta aseveración esta contundentemente fundamentada, no solo por el hecho que a partir del capítulo 4 la iglesia ya no aparece más, sino que además dentro de ese periodo identificado como “las (cosas) que han de ser después de estas”, se nos revela el llamamiento de 144000 judíos. Llamamiento que es absolutamente incompatible con la presencia de la iglesia en la tierra, que es precisamente la que ha recibido la gran comisión. Pero además, el llamamiento de 144000 judíos, es incompatible con la presencia de la iglesia, porque estaría en conflicto con la verdad neo testamentaria, que establece que En Cristo no hay ni judío ni griego sino una nueva creación En Cristo. Estas dos razones nos dicen a las claras que las cosas que son y las (cosas) que han de ser después de estas no pueden mezclarse como lo hacen quienes niegan el arrebatamiento pretribulacional; que para sostener tal negación, llegan a cometer disparates de interpretación tales como afirmar que los 144000 judíos no son literales sino una alusión a la iglesia, a la que también identifican como la mujer de Apocalipsis capítulo 12 lo cual es otro reverendo disparate.

3) 2 Tesalonicenses 2:7-8 (RVR1960)
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
La interpretación que es la iglesia y la persona Del Espíritu Santo lo que detiene la consumación final del misterio de la iniquidad, están confirmadas por las implicaciones escatológicas que ya analizamos al considerar el bosquejo de Apocalipsis 1:19 En donde llegamos a la conclusión que “las cosas que son” y “las cosas que han de ser después”, no se pueden mezclar. Está por demás claro que lo que detiene y tiene que ser quitado de en medio es la iglesia, que por lo tanto no pasara la gran tribulación.

El análisis de estos tres versículos que están relacionados entre sí, y que arrojan luz el uno sobre el otro, armoniza con la verdad dispensacional, que establece que Israel y la iglesia, son dos grupos diferentes con promesas diferentes. Y que la iglesia está siendo formada en medio de un paréntesis que Dios ha hecho en su trato con el pueblo de Israel, y que cuando el número de los que han sido predestinados a formar parte de la iglesia sea completado, Dios levanta la iglesia para dar comienzo a la semana setenta de Daniel que aún resta cumplirse, en donde Dios comienza un trato con Israel que culminará con “la reedificación del tabernáculo de David” (entiéndase por Tabernáculo de David el Reino Milenial) para dar así cumplimiento a los Pactos Abrahámico y Davídico: Todo esto ha sido considerado en el concilio de Jerusalén de Hechos 15: 13-18 .

Solo a Dios sea La Gloria.


Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda libertad siempre y cuando se respete el autor.

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