LA RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE EL COMIENZO DEL DÍA DEL SEÑOR CON EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA Y LA FALSA SENSACIÓN DE PAZ Y SEGURIDAD CON QUE ESTA LIGADO TAL EVENTO, LLEVA A LA INEQUÍVOCA CONCLUSIÓN DE QUE EL ARREBATAMIENTO SE PRODUCE ANTES DE QUE COMIENCE LA TRIBULACIÓN Y NO AL FINAL DE LA MISMA.
1
Tesalonicenses 5:1-3 (RVR1960)
1 Pero
acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que
yo os escriba.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
Antes de
comenzar este análisis, tenemos que considerar que estos tres versículos del
cap. 5 de 1 de Tes. están relacionados con el tema que el apóstol Pablo viene
tratando en el cap. 4 desde el versículo 13 al 18, en donde se habla del
arrebatamiento. Y tal como se afirma en el encabezado, el arrebatamiento y la
sensación de paz y seguridad están ligados; o en otras palabras son
inseparables. Y si son inseparables, eso nos lleva a la inequívoca conclusión
de que es absolutamente imposible que el arrebatamiento se produzca al final de
la tribulación, por cuanto lo que menos habrá al final de la tribulación es paz
y seguridad, sino un mundo en llamas en donde ya para ese entonces, a causa de
los juicios producto de la ira de Dios, habrán muerto las tres cuarta parte de
la humanidad.
Tengamos en
perspectiva que según se nos revela en 1 de Tes. 5:3 El Día del Señor comenzará
en un contexto en cual los líderes mundiales TRANSMITIRÁN LA FALSA Y ENGAÑOSA
NOCIÓN DE PAZ Y SEGURIDAD, y esta falsa noción, tiene que ver con la
celebración de un tratado que tendrá lugar al comienzo de la semana 70 de
Daniel:
Daniel 9:27
(RVR1960)
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Considerando
lo anteriormente expuesto, podemos aseverar con fundamento bíblico de que El Día
del Señor, es una cadena de eventos que comienza con el arrebatamiento de la
iglesia, sigue con el inicio de semana setenta de Daniel, en donde se dará una
falsa y engañosa sensación de paz y seguridad que irá acompañada por un tratado
de paz que celebrara el anticristo. Ahora El Día del Señor comprende también la
instauración del Reino Milenial luego de la Segunda Venida de Cristo, extendiéndose
hasta los cielos nuevos y la tierra nueva.
Esta
interpretación de los cap. 4 y 5 de 1 de Tes. está en perfecta armonía con la
interpretación dispensacional de 2 de Tes. 2:7-9, que establece que el
anticristo no puede manifestarse al mundo hasta tanto el que detiene no sea
removido del mundo, es decir, hasta que El Espíritu Santo junto con la iglesia
sea quitado del mundo.
2
Tesalonicenses 2:7-9 (RVR1960)
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
A
CONTINUACIÓN EXPONDREMOS ALGUNOS TEXTOS QUE SE SACAN DE CONTEXTO PARA ASÍ
FUNDAMENTAR LA FALSA DOCTRINA DE QUE LA IGLESIA SERÁ ARREBATADA AL FINAL DE LA
TRIBULACIÓN:
Empezaremos
con 2 de Tes. 2:3
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Quienes
enseñan esa doctrina de demonios, porque en verdad enseñar que la iglesia
pasara la tribulación es una doctrina de demonios, presentan estos versículos
como prueba de que antes del arrebatamiento tienen que venir primero la
apostasía y el hombre de pecado, y luego recién al final de la tribulación
tendría lugar el arrebatamiento de la iglesia. Ahora esta falsa interpretación
está pasando por alto la aclaración del versículo 7 del mismo cap. 2 en donde
claramente se revela que el hombre de pecado no puede manifestarse hasta tanto
el que lo detiene no sea removido del mundo. Y también están pasando por alto
la consideración de que el comienzo del Día del Señor, según el orden que se
nos presenta en 1 de Tes. capítulos 4 y 5 comienza con el arrebatamiento y
sigue con el inicio de la semana setenta de Daniel, inicio que estará signado
por una falsa y engañosa sensación de paz y seguridad. Sensación que como ya
dijimos sólo podría darse al inicio de la tribulación y no al final.
Seguimos
con otro pasaje que suelen citar los postribulacionistas:
Mateo 24:
29 -31
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Se utiliza
este pasaje de Mateo 24 y se lo presenta como prueba argumental de que el
arrebatamiento es al final de la tribulación, pero ésta torcida interpretación
sólo se sostiene a costa de ignorar el contexto. Contexto en el que claramente
se habla de un periodo que se encuentra dentro de la semana setenta de Daniel,
en donde Dios ha de tratar nuevamente con Israel y la prueba de esto, es que en
el versículo 20 de Mateo 24, El Señor exhorta a rogar para que la huida no sea
en día de reposo, y el día de reposo nada tiene que ver con la iglesia sino con
la última semana de años de Daniel. Pero además notemos que en el versículo 31
de Mateo 24 se nos dice que los ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a
sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Lo cual no tiene nada que ver con el evento que se describe en 1 de Tes. 4:17
Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor
Según 1 de
Tes. quienes forman parte de la iglesia, no serán juntados por ángeles sino
arrebatados por Mismo Señor Jesucristo. Los que son juntados por los ángeles en
Mateo 24:31 no son los que componen la iglesia, sino aquellos que creyeron al
mensaje de los 144000 y sobrevivieron hasta el final de la tribulación. Ellos y
solamente ellos pueden ser las ovejas que se mencionan en el juicio de las
naciones de Mateo 25: 31-40. Y tal aseveración está fundamentada en que lo que
se determinará en el Juicio de la Naciones será salvación o condenación, y eso
nada tiene que ver con quienes componen la iglesia, por cuanto al único juicio
al que comparecerán los redimidos de la iglesia es al Tribunal de Cristo, en
donde lo que se determinará no es condenación o salvación sino recompensa o
perdida de esa recompensa.
Conclusión:
como toda falsa doctrina, la enseñanza de que la iglesia pasará la gran
tribulación, sólo se sostiene a costa de sacar versículos de contexto, y a
costa de negar algo tan claramente revelado como el Reino Milenial y la verdad
dispensacional.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda
libertad siempre y cuando se respete el autor.
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