Salmo 65:4 Bienaventurado el que tú escogieres y
atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu
casa, De tu santo templo.
Este texto bíblico constituye un poderoso
fundamento de la VERDAD DISPENSACIONAL Y DEL ARREBATAMIENTO ANTES DE LA
TRIBULACIÓN. Pero antes de comenzar el análisis recordemos muy sintéticamente
que el núcleo de la verdad dispensacional consiste precisamente en que Israel y
la Iglesia son dos grupos diferentes con promesas diferentes, y todo como parte
del propósito eterno de Dios. Las promesas hechas a Israel se cumplirán al
termino de las 70 semanas de años del profeta Daniel, setenta semanas de las
cuales ya se han cumplido 69. Y entre la semana 69 y la 70 hay un paréntesis
dentro del cual se ubica el llamamiento de la iglesia, y cuando el número de
los que componen la Iglesia sea completado Dios se lleva su iglesia, y comienza
el conteo de la última semana de años de Daniel, es decir, de la semana 70.
Periodo en el cual quienes serán testigos de Dios predicando el evangelio son
los 144000 judíos que se mencionan en Apocalipsis cap 7. Hecho este repaso
pasaremos a analizar por qué el pasaje en cuestión del Salmo 65 verso 4, como
ya dijimos, constituye un poderoso fundamento no solo de la verdad
dispensacional sino del arrebatamiento antes de la tribulación.
Los que rechazan la VERDAD DISPENSACIONAL suelen
utilizar como argumento en contra de la verdad dispensacional, el que tanto la iglesia
como la Persona Del Espíritu Santo deben estar en la tierra durante la gran
tribulación, porque según ellos entienden, si la iglesia fuera removida junto
con El Espíritu Santo, no habría quien testificará de la verdad, y al no estar
El Espíritu Santo en el mundo sería absolutamente imposible no solo predicar,
sino que sería imposible que las almas sean convencidas de pecado y sean
atraídas eficazmente . Cabe recordar que la declaración inspirada del Salmo
65:4 fue hecha antes de que El Espíritu Santo viniera al mundo, porque como
todo sabemos la venida Del Espíritu Santo fue en Pentecostés, y ahí se nos dice
con toda claridad que antes de que El Espíritu Santo tuviera un ministerio
residente en el mundo, ATRAÍA Y CONVENCÍA DE PECADO A LOS ESCOGIDOS.
Salmo 65:4 Bienaventurado el que tú escogieres y
atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu
casa, De tu santo templo.
¿Pero y cómo podía El Espíritu Santo atraer a la
salvación a los escogidos en el Antiguo Testamento? La sencilla respuesta es
que lo hacía en razón de su omnipresencia. Es decir, El Espíritu Santo no
residía aquí como lo está haciendo desde Pentecostés, pero por ser omnipresente
aun no estando residiendo en el mundo de todas maneras estaba aquí para atraer
a los escogidos del Antiguo Testamento.
También se suele argumentar que si la iglesia sería
quitada en la tribulación no habría testigos para predicar. Ahora antes de
responder este falso argumento, pensemos en un mundo en el cual miles de Jonás,
o miles de Elías, estuvieran por todo el mundo predicando el evangelio del
Reino ungidos por el poder Del Espíritu Santo tal como Dios lo hizo con Jonás y
con Elías en el Antiguo Testamento. Pues
de hecho algo de esta naturaleza sucederá cuando Dios llame y comisione a
144000 judíos para predicar el evangelio del reino luego que la iglesia haya
sido arrebatada.
También cabe recordar que por la predicación de
Jonás cerca de 2 millones de Ninivitas fueron atraídos a la salvación, y de la
misma manera en la gran tribulación miles de Judíos llevaran el testimonio como
lo llevó Jonás, obteniendo como cosecha una incontable multitud de almas que
son las que se mencionan en Apocalipsis cap 7.
Pero aquí hay otras falacias sostenidas por los amilenalistas
que también dejaremos al descubierto; Y es que según ellos los amilenialistas,
LA IGLESIA YA EXISTÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO, ES DECIR, SEGÚN LA ESCATOLOGÍA
AMILENIAL DESDE ADAN Y SU ESPOSA HASTA EL ÚLTIMO SANTO DEL ANTIGUO TESTAMENTO,
TODOS ABSOLUTAMENTE FUERON PARTE DE LA IGLESIA: Cabe preguntarse ¿si así fuera,
es decir, si en verdad la iglesia ya existía en el Antiguo Testamento entonces
para qué vino El Espíritu Santo en Pentecostés? La respuesta es que el Espíritu
Santo vino a mucho más que a atraer eficazmente a lo salvos de la era de la
iglesia, y decimos a mucho más porque el atraer a los escogidos, era una acción
que El Espíritu Santo ya ejercía antes de venir al mundo. El Espíritu Santo en esta dispensación de la
gracia, además de atraer a los escogidos, los bautiza en la muerte y
resurrección de Cristo, y este bautismo es al que se refiere el apóstol Pablo
en 1 de Corintios 12:13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos
dio a beber de un mismo Espíritu.
Mediante esta gloriosa bendición que es
característica de esta dispensación actual LOS CREYENTES AL SER BAUTIZADOS EN
EL CUERPO DE CRISTO PASAN A ESTAR EN CRISTO, Y ESTAR EN CRISTO ES ALGO DISTINTIVO
DE ESTA DISPENSACIÓN. Y cuando el número de los que han sido elegidos PARA
ESTAR EN CRISTO sea completado, El Espíritu Santo se irá junto con la iglesia
para seguir llamando eficazmente a los elegidos de la tribulación de la misma
manera que lo hacía en el Antiguo Testamento.
Conclusión: El Espíritu Santo habiendo concluido la empresa de llamar y
BAUTIZAR EN EL ESPÍRITU A LOS ESCOGIDOS DE LA IGLESIA, se retirará del mundo
junto con la Iglesia arrebatada.
Nota: Este material se puede distribuir y publicar con toda libertad siempre y cuando se respete el autor.
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